María

María y yo nos acompañábamos por estas ventanas que ahora permanecen cerradas y en nostalgia.

Que placer coincidir estos últimos dos años de tus noventa y tantos y poder conectar a través de gestos cariñosos, espontáneos e inolvidables.

Gracias por la huella imborrable que dejas en mí.

Con cariño, tu vecina Lau.

🤍

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